jueves, 22 de marzo de 2012

Tengo miedo al término infinito, y a lo que éste conlleva. Si te digo "para siempre" es porque sobrevendrá un "hasta nunca". No puedo darte una vida, ni siquiera puedo darte 165 días. No sé si cuento contigo. No tengo la certeza de saber que amanecerás mañana entre mis sábanas. Sólo sé que si te miro voy a temblar, y que si me besas despacito voy a perder cabeza. Lo único que sé es que sin ti me asfixio. Esa manera de estar, tan tuya, está dejando marca en mí. No te prometo un "para siempre", porque no puedo ni quiero escuchar un"hasta nunca".

No hay comentarios:

Publicar un comentario